Queremos que cada niña y niño, sin importar dónde viva o si tiene acceso a internet, pueda descubrir lo asombroso que es el mundo natural. Que aprendan a cuidar un árbol, un cenote, un animal… y que entiendan que su voz y sus acciones también pueden proteger el planeta.
A través de contenidos visuales accesibles, como documentales animados y materiales físicos (USBs, guías impresas, proyecciones), buscamos sembrar una semilla de conciencia ecológica desde la infancia, utilizando el poder del lenguaje visual para llegar incluso a quienes aún no saben leer o viven en contextos de alta marginación.
Buscamos encender una chispa de amor por la naturaleza en los corazones más jóvenes, usando historias visuales que enseñan, emocionan y transforman. Porque sabemos que cuando los niños entienden el valor de la vida que los rodea, nace en ellos un compromiso profundo y duradero.
Nuestro alcance es comunitario y regional, pero con visión global. Iniciamos en zonas rurales del Sureste de México, en especial en regiones cercanas a ecosistemas frágiles como selvas, costas y cenotes, donde la educación ambiental no siempre llega, pero donde la conexión con la tierra y el agua sigue viva. Nuestro sueño es que estos mensajes crucen fronteras y lleguen a cualquier rincón donde un niño mire una pantalla o escuche una historia y diga: “yo también quiero cuidar la naturaleza”.
Buscamos crear una red de aprendizaje y conservación que crezca con el tiempo, sumando a más personas, escuelas, instituciones y voluntarios comprometidos con un futuro más sustentable.
Este es solo el principio. Juntos, sin límites, podemos llegar mucho más lejos.